En esta segunda entrada dedicada a la llamada
Evidencia Científica de Grado IV quisiera explicar el llamado
Efecto Dotación (ED) y su probable repercusión a la hora de defender una determinada "postura científica" no apoyada en alguna otra evidencia de grado superior.
El
ED (en inglés "
endowment") es la tendencia a
sobrevalorar la propiedad. Fue puesto de manifiesto por el psicólogo
Daniel Kahneman a través de un ingenioso experimento en el que a los sujetos del estudio se les regalaba una taza de té. Después se les preguntaba por cuánto dinero estarían dispuestos a deshacerse de ella. El valor otorgado por los nuevos propietarios era
practicamente el doble que el que cualquier persona del grupo control estaría dispuesto a pagar por ella.
Este y otros experimentos similares sobre los procesos mentales que guían nuestra toma de decisiones, ilustran una tendencia inconsciente a darle un valor excesivo a nuestras inversiones o propiedades (tan sólo por el hecho de pertenecernos), en comparación con el valor real o el que estaríamos dispuestos a pagar si otra persona nos ofreciera el mismo producto. Encontramos un ejemplo cotidiano en la subida del precio de la vivienda (si bien aquí intervienen otros muchos factores).
Pero, ¿qué tiene esto que ver con la Evidencia Grado IV, con "nuestra" opinión como expertos en un materia, o con "nuestra" dilatada experiencia en un campo, "nuestros" resultados observados, o la efectividad de "nuestra" técnica terapéutica? Parece evidente: "nuestra" experiencia tiene más valor que la de los demás, es más realista, más fiable, más objetiva, más auténtica... ¿No es eso lo que todos creemos?, ¿es realmente así?
Cuando acudimos a un foro de profesionales (reunión científica, congreso, sesión clínica, presentación de un producto, aparato o técnica terapéutica...) y escuchamos frases como "en mi experiencia...", "los casos que yo he visto...", "con nuestra técnica nunca hemos tenido ese problema...", "nuestro dispositivo es mejor que...", "yo he visto cómo funciona..." ¿cuál es el valor real de dichas apreciaciones si es que realmente tienen alguno?
El método científico nos dice que si una serie no está publicada, o no es significativa en cuanto al número de casos, o no se ha comparado con un grupo control, etc. no puede ser tenida en cuenta venga de la fuente que venga.
Pero hay más: si nuestras inversiones o propiedades (incluyendo el "conocimiento") se autorevalorizan y adquieren un peso subjetivo adicional, ¿qué ocurre cuándo alguien invierte tiempo y dinero en "formarse" en una determinada área (master, postgrado, cursillo...) cuyos contenidos no están científicamente contrastados? Exactamente lo mismo:
¿Somos capaces de someter a un criterio científico lo que nos ha costado tanto aprender?
¿Somos capaces de desterrar dicho "conocimiento" cuando pasa por el filtro del método científico?
¿Sómos capaces de analizar en qué momentos nos afecta el ED como profesionales de la salud?
Bibliografía
1. Kahneman D, Knetsch JL, Thaler RH. Experimental tests of the endowment effect and the Coase theorem. Journal of Political Economy (1990); 98: 1325-1348.
2. Knutson B, Wimmer GE, Rick S, Hollon NG, Prelec D, Loewenstein G. Neural antecedents of the endowment effect. Neuron (2008); 58(5): 814-822.
3. Johnson EJ, Häubl G, Keinan A. Aspects of endowment: a query theory of value construction. J Exp Psychol Learn Mem Cogn (2007); 33(3): 461-74.
Imagen